El Barrio judío de Hervás, también conocido como la judería de Hervás, está formado por un conjunto de callejuelas estrechas y empinadas, llenas de casas con grandes voladizos hechas de materiales autóctonos, que bajan desde la plaza hasta el río Ambroz y el puente medieval de la Fuente Chiquita.
En tu paseo por las calles del barrio judío podrás sumergirte en otra época mientras disfrutas de una cata de vinos de pitarra y de las obras de artesanía que se producen en los distintos locales del barrio, que trabajan, por ejemplo, con la madera, el cuero, la forja o el vidrio.
A principios de julio se celebra la fiesta de Los Conversos y es en este tipo de festividades cuando se pueden degustar los típicos platos de la cocina sefardí, así como dulces tradicionales.